viernes, 13 de febrero de 2009

1ª Semana Tizón

Qué nochecita he pasado! ¡Pues no he estado toda la noche soñando con el Capitán de la Almadraba de Bolonia, que no hacía más que darme la bronca porque se había soltado una amarra de “La Testa” y me echaba a mí la culpa...!
Y yo le decía: - ¡Escucha... que yo soy “rana”, que no soy marinero...!
Pero ni caso...
Todo viene porque mi amigo Jesús me llamo ayer por teléfono para decirme que a lo mejor este año no montan las almadrabas, a cuenta de la poca cantidad de capturas y del lío que están armando los ecologistas... y, ¡claro!, me acosté preocupado, porque a ver como soluciono yo “la manteca” para este año...
Parece que se está nublando el día, pero me voy a llegar a la Cafetería “Expresa” que es en la que va a haber una reunión de “chalados”...
Veo poca gente; ya en la barra, espero al camarero para pedirle un cafelito con leche.
Comienza a reunirse “el personal” y me voy dando cuenta que la mayoría son patrones de embarcaciones, dueños de barcos y algún que otro “motorista”.
No tengo ni idea de para qué se reúnen, no era lo que yo esperaba, pero seguro que no es para nada bueno; no me gustan estos tíos, que siempre se las dan de listos...
Me levanto sin pedir nada, me voy para la puerta y, como veo que ha empezado a lloviznar, cojo, sin ningún titubeo, uno de los paraguas que están en el paragüero de la entrada y me meto en la cabina telefónica de la esquina.
Marco el número de la Policía:
- ¿Es la Policía? Oiga, que quiero denunciar algo que he visto en los servicios de la Cafetería “Expresa” y que me parece muy mal. – Sí. He visto cómo se metían cocaína dos o tres personas de una reunión que hay... – Sí. Además he visto que algunas personas de la reunión se pasaban unos sobrecitos pequeños... – Estoy llamando desde una cabina... - ¿Mi nombre? ¿Para qué hace falta mi nombre? ¿No me meteré en ningún lío...? Vale, vale. Me llamo Diego Oriente ...Sánchez... ¿DNI... No lo llevo encima, pero más o menos me sé el número, aunque puede haber algún fallo: 75750802R... Bueno, adiós.
- Espero que se les “joda” la mañana a esos listillos.
Satisfecho, me encamino para la Cafetería “Arthurs” que tiene un cafelito muy bueno...
En una esquina, cerca de la entrada, hay un tío calvo tocando el saxofón... – Si espera que le echa alguna moneda, “va dao”, se puede esperar sentado...
Ya dentro de la cafetería, me doy cuenta de uno que se levanta de una mesa y se va, dejando dinero... Yo, que soy simple, pero no tonto, me paro, disimulando, hago un cálculo rápido y como el que no quiere la cosa, alcanzo el servilletero y tapándome un poco, cojo uno de los dos billetes de cinco euros y, tranquilamente, me dirijo hacia la barra.
-¡Por favor! Un cafelito con leche...
- Estoy mal de “fondos”, la temporada de pesca está siendo mala y he podido vender muy poco pescado. Voy a tener que darle otro sablazo a mi vieja, porque al viejo resulta difícil sacarle algún euro, salvo que me lo encuentre durmiendo la mona y pueda “revisarle” la cartera (aunque eso no es siempre una garantía y yo tengo que actuar con mucha vista para que no sospeche, porque es un verdadero lince controlando su dinero).

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